Del apoyo a artistas locales e instituciones deportivas
Pues
sí, si supieran cuanta gente va a Buenos Aires únicamente a ver la bombonera, a
España a ver el Camp Nou y el Bernabéu, y a Jamaica a ver la casa de Bob
Marley, entenderían que apoyar las iniciativas culturales y de esparcimiento en
nuestro país, no es meramente un gasto (como parecieran ver algunos), sino que
además de fomentar un país culturalmente más rico, más amplío, también promueve
capital extranjero de turistas queriendo conocer los valores artísticos,
culturales y deportivos de nuestro país.
En
Venezuela, como expliqué anteriormente, falta con urgencia una inversión a
nivel educacional superior, en las no-ciencias; llámese cine, teatro, música,
literatura, pintura, y por qué no, cocina también. Aunado a la preparación
técnica y facultativa, hacen falta en el país, muchos, diría yo, demasiados,
centros de recreación, y complejos deportivos para que puedan llevarse a cabo
libremente las actividades anteriormente señaladas.
Para dar
un ejemplo sobre el fútbol (deporte sobre el cual tengo un mayor dominio y
conocimiento), ¿cómo es posible que solo una (1) de las tantas instituciones
profesionales de nuestro país tenga complejo deportivo? Y cuando hablo de
complejo, me refiero a una cancha para entrenar solamente. Los demás clubes
deben entrenar y jugar en canchas prestadas, acomodarse a los horarios de
terceros, y cuidado; porque si hay un concierto a lo mejor les quitan la
cancha. ¿Cómo se puede progresar así? Allí es donde el venezolano debe
detenerse a pensar y comprender, porqué su selección nunca ha ido a un mundial.
Se comprenden las quejas, la rabia y la angustia (las viví, y las vivo también),
pero para dar un ejemplo, en Argentina, equipos de la tercera división, además
de canchas, tienen gimnasios, piscinas, canchas de fútbol sala, sede
administrativa, algunas inclusive hasta escuelas, y pare de contar. En
Colombia, Uruguay, Perú, Brasil, Chile, Ecuador, México, e inclusive pequeñas
islas de Centroamérica, también cuentan con mejores complejos e instalaciones
deportivas que nosotros. Que no quede duda, que no es lo mismo entrenar toda tu
vida en una cancha de tierra, a estar desde los 7 años, o quizás menos, jugando
en grandes estadios, con todas las comodidades, y todos los requerimientos de
un jugador profesional. He allí dónde radica la diferencia, porque en el
talento jamás ha sido. Ahora entienden porque los peloteros llegan a las grandes
ligas, y hasta ahorita es que nuestros jugadores empiezan a pisar las ligas
europeas.
Aquello
que sucede en el fútbol, sucede también en los campos artísticos de nuestro
país. No imaginan el poco apoyo que reciben actores, músicos, escritores,
pintores, ya que además del olvido suministrado frecuentemente por sus propios
conciudadanos; carecen además de espacios públicos para propagar su arte. Me
refiero: porque en conjunto con las alcaldías, el gobierno central no se ocupa
de prestar inversiones para elaborar espacios públicos dedicados exclusivamente
a conciertos, exposiciones teatrales, obras de arte, y literatura local.
Complejos de libre acceso donde los jóvenes puedan hacer vida social y
cultural, sin tener que recurrir a espacios menos seguros, menos aptos, y
porqué no (ilegales). Sucede que en Venezuela para organizar cualquier tipo de
evento, el papeleo es tan incesante que realmente provoca no hacerlo, o hacerlo
clandestinamente, por lo cual es difícil llegar a las masas. Si vas a una
alcaldía municipal a tramitar el papeleo, para organizar un concierto de
artistas locales, te van a pedir, cobertura de seguros e inclusive contratos de
los artistas, cuando a lo mejor quienes van a tocar son un grupo de amigos, ¿es
justo?, ¿es necesario? Caemos nuevamente en el asunto de la burocracia. Si es
el Estado quien debe ocuparse de brindar esos espacios a los ciudadanos, ¿cómo
es que más bien entorpecen todas las iniciativas ciudadanas por propagar el
arte? Por supuesto, este asunto no compete y radica únicamente en la
responsabilidad del gobierno, cada uno de los ciudadanos debemos colaborar para
lograr propagar los talentos humanos que existen en nuestro país. Para
ejemplificar, en mi ámbito que es la literatura, no imaginan cuan difícil es
hacerle entender a la mayoría de libreros de nuestro país, que ayuden a
difundir la literatura nacional; es por ello que al pasar ustedes por una
librería venezolana, a quien verán en la portada será siempre a Paulo Coelho, Dan
Brown, Vargas Llosa, y el conjunto de series americanas e inglesas (Sombras de
Grey, y Los juegos del hambre). En mi caso, asistes a una presentación, te
colocan en portada ese día, y al día tres, ya está nuevamente la cara de Coelho
en el vidriero de la librería. Yo voy a insistir siempre en esto, si nosotros
mismos no nos damos el primer lugar en nuestros espacios de promoción, ¿cómo
quejarnos después de que en nuestro país no emergen los talentos? ¿De qué mi
hijo aquí no puede ser músico, actor, o jugar al fútbol? Hay que tener un poco
de conciencia y responsabilidad ciudadana para poder quejarse de las cosas.
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