Carta dirigida a mis amigos opositores que se han manifestado en contra de la famosa “Guarimba” y que hacen llamado al cese de este tipo de protesta.



Intelectuales queriendo intelectualizar con una masa pobre y sin educación ¿Quién es el tonto? La barbarie nunca fue tan necesaria como hoy...

Sí, con estas palabras inicio la comunicación. Quiero acotar que hace unas tres semanas cuando leí un post sugiriendo aplicar el método “guarimba” para truncar las operaciones del gobierno, me pareció una afronta estúpida y sin sentido. Sí. Mi primera impresión, o mejor dicho, mi primera opinión al respecto, es que era una medida sumamente “salvaje” por no acuñar otro término. Al día siguiente salí a la calle a concentrarme en la Avenida Carabobo para pedir la liberación de los tres estudiantes detenidos en el Táchira (uno de ellos, compañero de estudios en el pasado). Al llegar al lugar de concentración y ver los carteles y pedimentos de los manifestantes me di cuenta de algo: estas solicitudes son las mismas que llevo escuchando durante gran parte de mí vida (15 años) tengo 23, y las mismas siguen aún sin respuesta. Inseguridad, inflación, corrupción, y mil razones más que no piensa nombrar porque ya todos las saben de memoria.

De pronto un destello sacudió mi mente y finalmente racioné, ¿acaso al gobierno le importa que un pequeño grupo de ciudadanos estén reunidos en un sitio gritando consignas o pegando afiches? Sí. Sí les importa, pero digo, ¿a tal punto de por ello recapacitar y cumplir nuestras exigencias? No.

Pasó el día 5, día, 6, día 7, y me di cuenta que el gobierno no iba a liberar a los estudiantes, ni iba a poner mano dura contra la delincuencia, ni atender ninguna de nuestras exigencias como ciudadanos de este país, por el simple hecho de congregarnos en lugar a tocar pitos y ondear banderas. Y es que digo, ¿si en 15 años no lo han hecho, qué nos habrá hecho pensar que comenzarán a hacerlo ahora? Fue entonces cuando la idea de paralizar la ciudad por completo comenzó a darle vueltas a mi cabeza.

Varias personas hicieron eco de las famosas guarimbas, por redes sociales se activó ese movimiento engendrado en la ciudad de San Cristóbal para colapsar la economía del país y meter presión al gobierno. Cuando las calles comenzaron a trancarse en protesta por la libertad de los estudiantes, el gobierno resolvió sacar a dos de ellos de la prisión para ver si de esa forma alivianaba las protestas (lo cual no fue así). Habiendo desnudado sus sentimientos y demostrándole al pueblo, lo delicado que es para que ellos que trunquen con la economía, la gente, al menos en mi Estado, comprendió que esto de la guarimba no era otra protesta inútil como mucha gente se cansaba de repetir.

El movimiento fue creciendo en rigurosidad con los días, cada vez más vecinos y ciudadanos se empezaban a congregar para trancar las calles e impedir el flujo natural de la economía; cuando aquello comenzó a suceder en forma radical, a muchos al parecer no les agradó la idea. Desde ignorantes, cochinos, brutos, y otros improperios más le he escuchado a más de uno decir a aquel que promueve la guarimba. Observé que personajes como Leonardo Padrón retwitteo a un sujeto que pedía el cese de la guarimba, constantemente Capriles nos hablaba de formular protestas “pacificas”, encausadas, más inteligentes, pero jamás propició otra que no fuese una marcha o una concentración, las cuales está más que comprobado, que poco y nada le importan al gobierno, ya que tenemos 15 años marchando con franelas blancas y banderas de Venezuela, y a ellos ese llamado a la paz les resbala, los matones siguen apuntando sus balas a las vidas de los venezolanos, y nosotros perdemos cada vez más la esperanza de vivir en un lugar seguro. Con la muerte del motorizado aparentemente degollado por un alambre, la crítica hacía el método guarimbero cobró más vigencia que nunca, muchas personas mostraron su repudio (con mucha razón) y pidieron el cese de esta medida de protesta.

Antes de proseguir quiero aclarar lo siguiente: no justifico, ni de alguna forma pienso exonerar lo acontecido con el motorizado que murió producto de la guarimba, pero si me atrevo a decir que quien colocó esos alambres no lo hizo con el fin de asesinar a nadie, sino a lo mejor, para protegerse de la Guardia Nacional. Fuera de la información que manejamos en las redes sociales, desconozco como es el movimiento de patrullaje de los Guardias en otras ciudades, únicamente puedo opinar de San Cristóbal, donde luego de la arremetida de la Guardia en contra de los hogares de las personas que habitan en la Avenida Carabobo (punto de concentración y vigilia) los vecinos del sector decidieron hacer de las calles un pequeño campo de guerra, con trampas si se puede decir, para que la Guardia no la tuviese tan fácil al momento de atacarles.

Habiendo aclarado lo anterior, también quisiera acotar que a mí parecer el propósito de la guarimba pudo verse tergiversado por algunos focos de la sociedad. Y es que sí, lamentablemente en todo movimiento multitudinario, es difícil controlar el accionar de todos los involucrados, en grupos de estas magnitudes siempre van a existir los radicales, los que no acatan ordenes, y los que no quieren seguir las reglas. El propósito de la guarimba para quien no lo sepa es única y exclusivamente el de paralizar el comercio y producir ingobernabilidad de tal manera; no impedir que las personas lleguen a sus hogares, apedrear a la Guardia Nacional, o botar toda la basura a la calle.

A aquellos que hoy en día proponen un dialogo con el Gobierno, y otro tipo de manifestaciones, les recuerdo que en nuestro país no existe el Estado de Derecho, ni la separación de los poderes, que las instancias internacionales no sirven para una mier… bueno sí “mierda”, y que los únicos que podemos hacer caer a este gobierno que tanto ha dañado a nuestro país, somos nosotros los ciudadanos. Ni Capriles, ni Leopoldo, ni la OEA, ni la CIA, ni nadie (por separado). Son los ciudadanos como tal quienes tienen el poder de legitimar sus derechos.

Desde nuestro Estado (Táchira) podemos dar fe de los resultados que ha tenido la guarimba para desestabilizar el régimen. En cadena nacional el propio Presidente nos dio publicidad entre toda su arrechera, al decirle a todo el país lo que estaba ocurriendo en el Táchira y lo desesperado que aquello lo tenía. Aviones, helicópteros, tanques, tanquetas, guardias, avispas negras, bombas lacrimógenas, perdigones, y hasta tiros, pero gracias a Dios, en nuestra ciudad capital “San Cristóbal” aún no ha muerto el primer manifestante debido a que la gente ha tomado conciencia y ha evitado confrontar a la guardia. Trancar una calle en sentido de protesta es mucho más efectivo que pegarle una pedrada a cualquier miembro de los cuerpos de seguridad, y el tachirense en su gran mayoría (porque insisto, siempre hay excepciones) han seguido el plan con determinación y exactitud.

Aunado a todo aquello se creó una consigna corta y sencilla para popularizar la medida:
“Dile no a las piedras. Tranca una Avenida”.

Y ha sido precisamente aquello lo que de momentos nos mantiene ganando esta larga batalla contra el gobierno. A quienes desesperadamente como yo ansían vivir en un mejor país, sigan con el plan, y de ser necesario explíquenlo en sus comunidades para que la “guarimba” no sea tergiversada y se realice acorde a las bases planteadas, para conseguir el objetivo propuesto. Si observan que en algún punto de sus ciudades la misma se ha llevado a cabo de forma incorrecta, no desistan ni se desilusionen, dialoguen con los de nuestro bando y explíquenles cual es la finalidad, y como debe realizarse, eliminemos los alambres a la altura del cuello, y señalicemos correctamente que las vías se encuentran trancadas para evitar accidentes.

Recuerden: no caigamos en las vacilaciones del Gobierno, no creamos en diálogos fraudulentos, en negociaciones por la paz, en bonos, feriados, y regalos para calmar esta situación. No dejemos que el momento muera, inclusive no dejemos que líderes políticos de la oposición personalicen esta lucha, ni que sean ellos quienes decidan el futuro de nuestro país. El futuro de Venezuela es todos los venezolanos, no de los líderes políticos únicamente. Nuestra misión es obligar la renuncia del primer mandatario, no hay otra, esa es la única exigencia. Es sabido por todos que ese gobierno decadente no va a reformular los objetivos, cambiar los planes, ni mucho menos resolver los problemas de nuestro país. Únicamente la corrupción, y la intromisión del Estado cubano en la soberanía de nuestras tierras, es una razón más que suficiente para pedir la salida de este tipo que se cree Presidente y no es más que un descerebrado con poderes heredados.

El trabajo de hormiga y comunitario es necesario para que todo se encause cómo es… ¿Las concentraciones deben seguir? Sí. ¿Las marchas deben seguir? También. Marchas, concentraciones, consignas, panfletos, difusión por redes sociales, y guarimba, mucha guarimba. Saldremos de esta Venezuela!!!
    

Comentarios

  1. Excelente escrito. Tengo toda la semana tratando de explicar esto en Twitter y lo has resumido de maravilla. Me tomo el atrevimiento de compartirlo a mis contactos.

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  2. Gracias a ti por leerlo. Ese es el propósito, que se difunda. Saludos

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