¿Quieren evitar un derramamiento de sangre o que el chavismo siga en el poder?
El poder es una ilusión y a su vez la ilusión es
un poder. Quien sepa encandilar mentes y apagar otras en momentos oportunos,
podrá usar el poder de la ilusión y hacerse del poder.
Un golpe de Estado, (en el caso venezolano, un
cese de usurpación), no tiene que ser efectivo para ser exitoso, de hecho, no
necesita ser exitoso para lograr una transición, pero lo que es indispensable
es la ilusión del éxito del mismo, no la realidad, la realidad no importa en
esos momentos donde entre bajar la guardia o saltar de bando solo hay segundos
de separación.
Para ganar un golpe no es necesario vencer en
todas las batallas, de hecho, se puede perder en todas, menos en la batalla
comunicacional, en la batalla de la ilusión; todas tus tropas pueden estar
sangrando en el piso, pero si una mayoría piensa que en otras partes tú eres el
vencedor, se rendirán a ti, a pesar de que no te queden armas, hombres, ni
municiones.
El primero fallo de Juan Guaidó el 30 de abril
fue haber anunciado el cese de usurpación por Twitter, lo idóneo hubiese sido
haberse apoderado de los canales de televisión y emisoras de radio, y anunciar
que toda la fuerza armada está de su lado, toda, no una parte… y no era que los
estaban esperando para vencer, lo que tenía que haber dicho es que ya habían
vencido, que Maduro ya había sido derrocado, que se plegaran a la Constitución
y doblegaran a los traidores.
¿Alguien puede imaginar la cantidad de cortisol,
adrenalina y estrés que se hubiese concentrado en la bioquímica cerebral de los
soldados de Maduro al ver una transmisión de VTV decantando la victoria de
Guaidó? ¿Las radios sonando anunciando la captura de Nicolás Maduro? ¿Es esto
igual de impactante a decir: súmense y venceremos?
El 23 de febrero fue otra fecha en la que se
perdió una gran oportunidad de dinamitar las bases militares del castrismo, la
improvisación y la falta de decisión volvieron a darle oxígeno al régimen, pues
a pesar de la deserción de cientos de uniformados, la gesta no fue
capitalizada; el cartel de Nicolás Maduro si jugó todas sus cartas, lanzaron
presos al ruedo para proteger a la revolución, mostraron las garras, y se
quedaron con la victoria sin víctimas fatales que lamentar
El poder es un tratado sociológico continuo que
se practica todos los días, el poder no se transfiere por mandato
constitucional, ni siquiera por elecciones o soberanía, el poder es tan solo,
una ilusión sostenida en miles de mentes, que deciden de forma homogénea
respetar una autoridad, o bien, arrodillarse ante ella por distintos motivos:
miedo, respeto, interés, amor, locura, masoquismo, desinterés, entre otros;
insisto bajo riesgo de ser redundante, no hay tal cosa como el poder por el
poder, el poder es tan solo la ilusión de tener todo bajo control. Sí por un
momento la gran mayoría de cabezas de las fuerzas armadas hubiese llegado a
percibir que Maduro ya no es el jefe, el individuo ya no estaría allí.
El poder de disuasión de estar respaldado por la
potencia militar número uno a nivel mundial, no ha sido empleada de manera
correcta, Bolton ha intentado otorgarle a Juan Guaidó todas las herramientas,
declaraciones y mensajes para que ponga en jaque a los que sostienen a la
dictadura de Nicolás Maduro, no obstante, el presidente interino ha dejado
perder los comodines cada vez que le han sido otorgados, tal como el jugador
inexperto de Tetris que no encaja las fichas largas y las acumula hasta que
pierde.
En entrevista exclusiva para el Washington Post
se le pregunta al presidente interino, qué respondería si John Bolton lo
llamara para ofrecerle cooperación militar, a lo que Guaidó respondió
textualmente:
— Querido amigo, gracias por toda la ayuda que ha brindado a la
justa causa. Gracias por la opción, la evaluaremos y
probablemente la consideremos en el Parlamento para resolver esta crisis. Si es
necesario, tal vez la aprobemos.
Tal vez, tal vez, la evaluaremos, y probablemente
consideremos…
Ese tal vez, resuena en los oídos tanto de
Bolton, como de Trump y también de Maduro y sus aliados, porque la ambigüedad
en un momento de alta tensión, solo denota falta de decisión, una falta de
decisión que puede agotar a los estadounidenses, y también a los venezolanos
que han vuelto a salir a la calle.
Recientemente se publicó una carta donde un grupo
de venezolanos “opositores” pedía una “resolución del conflicto actual de
manera pacífica, electoral, democrática y soberana”, otra bocanada de aire
fresco para el grupo de dictadores. Para ellos una pregunta muy seria, ¿ustedes
piensan que Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y compañía un día se van a
levantar por las buenas y van a decir, nos vamos? Ya nos cansamos de
arruinarles las vidas, los dejamos en paz y nos vamos solitos a la cárcel en el
Helicoide o Estados Unidos. Lo vuelvo a preguntar, ¿de verdad lo piensan? ¿O
sencillamente quieren que Nicolás Maduro siga en el poder? Háganse la pregunta
en voz alta, quizás se sorprendan con lo estúpido que suena.
Hace un par de días fue asesinado un niño de 14
años llamado Yoifre Jesús Hernández en medio de una manifestación contra
Nicolás Maduro en Caracas, su padre lo vio pasar en una camilla de paramédicos,
tenía un disparo al nivel de la cintura, la mujer paramédico intentó evitar que
se desangrara, pero falló, falló en el intento y le tocó verlo morir. Su padre
y su tía le lloraban desesperadamente, un reportero le preguntó a la mujer
paramédico (estudiante de medicina), que si quería decirle algo al padre, y
ella solo se soltó en llanto, pidió perdón por no haber podido salvar a su
hijo, y declaró que le gustaría poder darle un abrazo.
Quizás ustedes se estén preguntando en este
momento, ¿qué tiene que ver el poder de la ilusión, John Bolton, la
intervención militar, un grupo de venezolanos “inocentes” exigiendo “paz y
soberanía”, y el asesinato de un niño de 14 años? En una nación de contrastes y
abusos, tiene que verlo todo, porque no hace falta siquiera aclarar que el
responsable de la muerte de Yoifre no fue la joven que entre lágrimas no pudo
evitar que se desangrara, los responsables directos son Nicolás Maduro,
Diosdado Cabello, Vladimir Padrino, la cadena de mando militar, y por supuesto,
el funcionario que disparó el arma; sin embargo, ya comienza a desatarse un sin
embargo, uno muy delicado, pero un sin embargo que empieza a merodear la mente
de muchas personas. ¿Son los líderes de oposición también responsables de estas
muertas al invocar manifestaciones de personas desarmadas contra animales
armados? ¿Son corresponsables por cohabitar con el régimen e impedir una
intervención quirúrgica que los extermine de raíz y sin dilaciones? Yo no me
atrevo a emitir un veredicto, a mí me sigue pareciendo muy crudo, pero será el
pueblo venezolano quien lo dictamine.
Señores pacifistas, lamento comunicarles, que si
pretenden evitar un derramamiento de sangre, llegaron tarde, muy tarde, con
años de retraso. Bajo el gobierno chavista más de 330.000 venezolanos han sido
asesinados por bandas delictivas, a diario mueren unos 100 venezolanos por
hambre, a eso súmele los suicidios que generan la desesperación y paupérrimas
condiciones de vida, además de la falta de medicamentos, y por supuesto, lo más
de 18.000 asesinatos de la FAES en exterminios, que han ocurrido en los últimos
8 años, más un pobre hombre llamado Fernando Albán, lanzando de un piso 10 por
agentes del SEBIN.
Recapitulemos: uno de los carteles de narcotráfico
más grandes del mundo, 20 años de represión, asesinatos políticos, secuestros
políticos, desfalco multimillonario a la nación, expropiaciones, robo de oro,
extorsiones, bandas criminales, colectivos, armas, Hezbolá, Cuba, Rusia, Irán,
¿pacifismo, elecciones, SOBERANÍA?
Vuelvo a hacerles la pregunta una vez más, esta
vez más directa, y va con todos los que de forma directo o indirecta repiten
las patrañas del dictador y el Hands Off Venezuela, ¿ustedes quieren evitar un
derramamiento de sangre o están buscando la forma de que el chavismo permanezca
en el poder?
PD: Sigo esperando de los mismos que hoy piden
elecciones soberanas; la carta de rechazo a la injerencia cubana y rusa.
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