El prontuario criminal del genocida Nicolás Maduro
Recientemente el
ABC de España publicó un reportaje con fotografías devastadoras sobre el hambre
que pasa el pueblo venezolano; lo despiadado de aquellas imágenes, hizo que la
izquierda mundial, sin haber pasado horas de la publicación de las fotos, comenzara
a crear una campaña diciendo que las mismas habían sido tomadas en Yemen, y sí,
Venezuela ha llegado a tales extremos, que hay gente que al ver las fotos se
atreve a compararlas con Yemen.
Es cierto, en
Latinoamérica hay pobreza y hambre, pero no es usual verla en estos extremos
tan radicales. Solo el pasado año, al menos el 80% de los venezolanos perdieron
11 kilos de peso, esto quizás le ayude a entender a mucha gente porque ven a
los ciudadanos de Venezuela caminando por Sudamérica sin un dólar encima o
montado en balsas con vía hacia las islas del Caribe.
Hace tan solo un
par de días, más de 20 venezolanos desaparecieron al dirigirse en una balsa
hacia Trinidad y Tobago, ¿qué tan desesperado puede estar un hombre para
subirse en una balsa con destino a lo desconocido? Esos muertos son de Nicolás
Maduro, el único responsable de que esos venezolanos hayan perdido sus vidas es
suya, pero vaya, parece que a mucha gente esto no le importa, ya se han
acostumbrado a escuchar que los venezolanos mueren de hambre, mueren de
inacción, mueren de torturas, y mueren de comunismo; no es noticia.
Si el hambre y la
opresión les parece poco, también cabe destacar que durante los últimos 8 años
en Venezuela, las fuerzas policiales han ejecutado a 18.401 venezolanos, varios
de ellos en protestas al aire libre contra la dictadura del genocida; esto
quiere decir, que al mes, por lo menos 190 venezolanos son exterminados por las
armas de los mercenarios de Nicolás Maduro; cuenten las voces disidentes que
han sido calladas en el país. Todos estos datos han sido refrendados en el
reciente estudio: Uso de la fuerza pública y derecho a la vida en Venezuela,
del Abogado Keymer Ávila.
Pero esperen, lo
más alarmante todavía no ha llegado, pues resulta que desde que llegó Hugo Chávez
al poder en Venezuela, más de 330.000 venezolanos han sido asesinados en un
despliegue brutal de delincuencia, que no ha sido jamás atacado por la
“revolución bolivariana”, de hecho, una buena cuota de estos crímenes, han sido
cometidos por las armas que el propio gobierno les ha entregado a los
colectivos armados que “defienden la revolución”.
¿Si llevan la
cuenta de cuántos muertos hay a las espaldas de Nicolás Maduro y su grupo de
compadrazgo, o ya la perdieron?
Organizaciones como
el Frente Cristiano, estableciendo sondeos de muertes solo en hospitales, han
estimado que a diario unos 100 venezolanos mueren por desnutrición. De
sostenerse este número, aproximadamente unos 40.000 venezolanos habrán muerto a
fin de año, por hambre, ¿ya no siguen pareciendo de Yemen las imágenes del ABC,
cierto?
Otro dato
demoledor, para que se hagan una idea de la magnitud de la crisis es que la ONG
Amnistía Internacional calcula que unos 3.000.000 de venezolanos viven con
enfermedades crónicas sin recibir ningún tipo de medicinas, por todo esto la
Organización de Naciones Unidas estimó que 7 millones de venezolanos necesitan
de manera urgente ayuda humanitaria; pero sí, todavía hay gente en el mundo que
se atreve a burlarse del padecimiento ajeno, y por causas ideológicas intentar
ocultar la realidad de los venezolanos.
¿Cómo se hubiesen
sentido los judíos si en ese momento algún diario u organización política
hubiese dicho que la matanza de Hitler era mentira? ¿Qué hubiesen pensado los
camboyanos si un país de América Latina hubiese puesto todo su aparato
propagandista a favor del comunista Pol Pot para negar el asesinato y la
desaparición de al menos 3 millones de camboyanos? Un dato para los que
intentan ocultar las miserias del comunismo, negarlo no lo hace menos cierto,
solo demuestra las rasgaduras de quienes disfrutan el sadismo y la muerte.
Stalin fue otro
grande entre los grandes, porque entre otras cosas, logró taparle a su pueblo
que miles de ciudadanos morían a diario por desnutrición, pero para el
infortunio de Nicolás Maduro, en el siglo XXI, por más inversión propagandista
que haga y compra de consciencias, la hambruna es inocultable, los alaridos de
asesino se escuchan de Venezuela hasta China, y ni millones de balas podrán
callarlos.
Pero espere, sigue
usted teniendo dudas, por si acaso me está leyendo en otra parte del mundo, no
vaya a pensar que soy un bot norteamericano, o un agente pagado por la CIA, soy
venezolano, de padre y madre venezolana, nacido en Venezuela (disculpe la
redundancia, es para que no le queden dudas) hace un par de días fui a mi país,
visité los supermercados y le cuento que el kilo de manzanas estaba en 34.000
bolívares, y el sueldo mínimo en Venezuela es de 18.000 bolívares, ¿cree usted
poder alimentarse bien con 400 gramos de manzana en 30 días?
Y sí, hace un
tiempo había gente que gritaba eufórica, “con hambre y desempleo con Maduro me
resteo”, ya ve usted que la estupidez humana es cosa de locos, y sí, tampoco le
voy a negar que todavía hay gente que apoya este genocidio dentro de Venezuela,
pero, ¿deben sufrir los demás venezolanos la falta de cordura de una minoría? Según
encuestas recientes, aproximadamente un 8% de la población sigue gritando que
no le importa morirse de hambre, pero eso no representa el sentir, los deseos y
las necesidades del otro 92% de venezolanos, unos 26 millones que siguen en
Venezuela, y unos 3 o 4 millones de venezolanos fuera de ella.
Quisiera saber si
después de todo este escrito usted ha podido determinar la cantidad de muertes
que ha ocasionado Nicolás Maduro en Venezuela, muertos de hambre, muertos por
represión, muertos por violencia, muertos por suicidio en agonía por la
situación, muertos en vida.
Disculpen la
insistencia, pero es que el prontuario criminal de Nicolás Maduro no acaba allí,
porque no se reduce a las vidas ya destruidas, sino a las vidas que sigue
destruyendo a diario, ¿sabe usted cuántas empresas han cerrado en Venezuela?
¿Cuántos negocios han quebrado? ¿Cuántos trabajos de toda la vida se han ido al
traste? ¿Cuántas fincas están improductivas por la expropiación del Estado?
¿Sabe cuántos días han pasado los venezolanos sin luz y sin agua? Es que sí, no
es solo hambre, es una destrucción masiva de todo lo que forma parte de
Venezuela.
Según información
de Consecomercio, en el año 1998, en la Venezuela democrática existían 800.000
empresas, cabe destacar, con un censo poblacional mucho menor. En la
actualidad, en la Venezuela de Nicolás Maduro, solo sobreviven 230.000
empresas, esto quiere decir que el comunismo ha cerrado 570.000 empresas,
570.000 pulmones económicos, 570.000 sustentos familiares, 570.000 sueños.
Matar no es
únicamente sostener un arma y disparar a la frente de un individuo, hay muchas
formas de asesinar, y es más efectivo en su rol de asesino el que a diario
provoca la muerte de cientos de personas por hambre, violencia y falta de
medicamentos, que el que sostiene un arma y dispara una bala. No hay asesino en
serie en el mundo capaz de provocar las muertes que provoca Nicolás Maduro a
diario.
Es muy lamentable y
muy triste, pero todavía existe gente en Venezuela con el dilema de si Maduro
debería participar o no en unas futuras elecciones presidenciales, en esto han
participado “académicos e intelectuales” del actual establishment político
venezolano, vendiendo sus falacias con encuestas y manipulaciones baratas, se
excusan diciendo que el prohibirlo, podría generar el efecto contrario, es
decir, que a Nicolás Maduro lo quieran más; bajo ese argumento, ¿deberíamos
entonces sacar de la prisión a pedófilos y violadores para no correr el riesgo
de que la gente comience a amarlos?
¿Es moral que una
persona que a diario comete asesinatos participe en un proceso político? ¿Es
acaso legal, jurídicamente hablando que una organización como lo es el PSUV,
cuyos nexos con organizaciones terroristas y participación activa en el
narcotráfico han sido demostradas, puede ejercer y participar en comicios
políticos? ¿Sería legal, ético y conveniente que la Camorra italiana o el
Cartel de Sinaloa fundaran un partido con su nombre y participaran en
elecciones presidenciales?
Si le desean
agregar al prontuario criminal del genocida, cargos en corrupción, el
Departamento de Estado Americano ya tiene preparado el expediente:
• El esquema de corrupción más
grave de Maduro involucró la malversación de la petrolera estatal Petróleos de
Venezuela (PDVSA). En 2015, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN)
del Departamento del Tesoro de los EE. UU emitió un fallo en virtud de la
Sección 311 de la Ley PATRIOTA de EE. UU. Un banco europeo aceptó comisiones
exorbitantes para procesar aproximadamente $ 2 mil millones en transacciones
relacionadas con lavadores de dinero de terceros, compañías ficticias y
productos financieros complejos para desviar fondos de PdVSA.
• En 2018, un plan de lavado
de dinero por 1.200 millones de dólares que involucró a Matthias Krull, un
ciudadano nacional y panameño alemán, y Gustavo Adolfo Hernández, un ciudadano
colombiano, nacionalizado estadounidense. Explotaron los recursos de PDVSA y
aprovecharon la corrupción en los sistemas de cambio de moneda extranjera de
Venezuela negociando dólares estadounidenses por bolívares venezolanos a precio
de mercado y luego de vuelta.
• En 2016, Maduro declaró que
aproximadamente el 12% del país formaba parte de un "Arco Minero del
Orinoco" y se otorgó amplias autoridades para supervisar la explotación de
los recursos para beneficio personal. En 2017, el régimen expulsó a compañías
extranjeras legítimas que hacen negocios y las reemplazó con mineros no
regulados que operan con el respaldo de altos oficiales militares venezolanos.
• En 2017, después de una
investigación de siete meses, la Asamblea Nacional de Venezuela descubrió casos
en que el régimen "gastó" $ 42 en una caja de alimentos, que luego
distribuyó a cambio de votos, en un momento en que los alimentos cuestan menos
de $ 13. El círculo interno de Maduro mantuvo la diferencia, que ascendió a más
de $ 200 millones de dólares en al menos un caso.
• Venezuela se ubica en el
lugar 169 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2017 de
Transparency International.
Habiendo establecido todo
esto, lo único que queda por aclarar es que solo quienes comparten intereses
económicos, o una pérfida atracción a la crueldad puede apoyar a un régimen
como el de Nicolás Maduro, y aplaudir sus asesinatos. La pregunta que he hecho,
una y un millón de veces más seguirá siendo la misma, ¿hasta cuándo la
comunidad internacional seguirá viendo a la distancia esta catástrofe? ¿Cuándo
las opciones sobre la mesa dejarán de estar sobre la mesa y pasarán al campo de
acción?
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