La anarquía que seremos

“Algunas personas solo quieren ver el mundo arder…”, iniciamos este escrito con el mismo enunciado del de la semana pasada porque en evidencia quedó que algunos solo quieren ver este mundo (país) hecho pedazos. Los resultados de la jornada electoral del domingo no fueron los emitidos por Tibisay Lucena a medianoche, los verdaderos resultados del invento constituyente fueron los 16 venezolanos asesinados a sangre fría (muchos de ellos menores de edad, una gran parte con disparos a la cabeza). No haré ningún análisis de la “votación” del 30 de julio porque creo que no merece la pena, ya todos saben que fueron números inflados para el acomodo del chavismo (no hay que ser experto en materia electoral ni un superdotado para saberlo), ya el sábado en la noche había twitteado que el oficialismo llegaría si acaso a 3 millones pero dirían que sacaron de 8 a 8.200.000 votos, y así sucedió, así que cortemos tela y pasemos a juicio.
En vista de los acontecimientos y el panorama en que nos encontramos, para el ciudadano común hoy parecen quedar solo cuatro soluciones: te arrodillas, te anarquizas, te mueres, o te vas. Como era de esperarse la agenda constituyente por parte del gobierno fue la de la violencia, el 30 de julio del 2017 se vivió en Venezuela uno de los días de mayor represión política en la historia de nuestra República, no obstante a ello, Jorge Rodríguez soltó una carcajada cuando le preguntaron por los muertos, y en la madrugada del lunes, Nicolás Maduro en su discurso solo se refirió al caso del Guardia Nacional asesinado (para ellos el resto del país no existe). Así lo dejó en evidencia también Tibisay Lucena en horas de la tarde del domingo al afirmar que el 99% del país estaba participando en los comicios (quiere decir que todos los demás somos moscas radioactivas con forma humana pero sin derecho a nacionalidad). La crueldad desde el discurso es una herramienta que el oficialismo ha implementado sin medir consecuencias, que el país supere los más de cien asesinatos en protestas es un comedia para ellos, pero eso no es lo preocupante, porque tenemos bien claro que en la morfología de los que se aferran a las franelas rojas no queda un alma, no queda un cerebro, solo maldad; lo verdaderamente preocupante en toda la sangre que se desbordó el domingo en Venezuela fue la reacción de la MUD, quien tras el escandaloso número de fallecidos en el país sigue empleando un discurso victimista, en vez de confrontar y dar la cara por el 80% del país que los respalda.
La muestra de debilidad de la MUD, es directamente proporcional al empleo de la fuerza por parte del gobierno, nuestros líderes opositores se han comportado como esas mujeres a las cuales el esposo golpea y engaña y la amenaza que le suelta es la de no volver a lavarle la ropa interior, ¿cómo van a respetarte si tú mismo no te respetas? Las consecuencias de su fragilidad y discurso lánguido las vimos esta madrugada cuando el SEBIN secuestró a Leopoldo López y Antonio Ledezma sin aviso ni premeditación, ¿por qué lo hicieron? Porque simplemente les dio la gana de hacerlo, y porque nadie les ha puesto un parado, aplicando el miedo como política de Estado, la represión como única forma de autoridad.
Hablemos claramente, nadie está llamando a la guerra armada, ¿por qué? Porque en ese campo saldríamos destrozados antes de empezar el partido, pero si es tiempo de ir presurizando la represión del gobierno, no es posible que luego de 16 asesinatos políticos en una jornada tu solución como cabeza de aproximadamente 25 millones de personas sea seguir trancando a Caracas con los carros. Lo cierto es que somos más, somos la mayoría del país, la soberanía reside en nosotros, no en ellos, ¿entonces por qué seguir actuando como oprimidos siempre a la defensiva, en vez de pasar a ejercer el control? Durante mucho tiempo he defendido a la MUD, y no por placer o convicción, sino porque soy consciente que es necesario que exista un liderazgo y una unidad en el país para poder salir adelante, y muchas veces he preferido callar para no alborotar el avispero, pero a mi parecer, el cántaro ya se rompió, o alzamos la voz o nos la callarán para siempre.
En San Cristóbal los últimos meses me he dedicado a registrar, fotografiar, y documentar las protestas, eso me ha llevado a compartir con personas de la resistencia, con los barrios más populares, y una gran mayoría de esas personas que quieren salir de esta pesadilla hoy tienen un punto de vista en común: los de la MUD son unos vendidos, unos traidores. Yo jamás he llegado a pensar aquello, ni creo que lo piense, pero el problema radica en, ¿cómo voy a explicárselos a ellos que están aquí arriesgando sus vidas a diario, y sale uno de estos dirigentes a decir que tranquen con carros la capital? El domingo por la tarde no fue la excepción, salí a la calle a documentar, a tratar de acercarme a los centros electorales para demostrar la ausencia de votantes rojos, se me hizo imposible, no había paso en ninguna parte (no sé cual habrá sido el margen de votación en Táchira), pero de lo que si me pude percatar por mensajes y el Twitter era de que habían francotiradores en Las Vegas de Táriba (un pueblo a cinco minutos de San Cristóbal), que habían varios muertos en otras partes de nuestro Estado, que en la avenida Rotaria, cerca de donde me encontraba estaba la Guardia Nacional con armas largas (ya se presumía de muertos y heridos en ese lugar también), y fue entonces cuando entré en razón: puedo morir en cualquier segundo sin darme cuenta. Allí estaba, en medio de una ciudad convertida en campo de guerra, armado con una cámara y una bandera, mientras que a escasos metros los colectivos paramilitares y la Guardia nos rodeaba (esta vez no con perdigones y gases) sino con snipers y fusiles de asalto. En ese instante a varios de los miembros de la resistencia les pedí que nos resguardáramos en un edificio, comenzamos a hablar, yo tratando de explicarles el por qué los miembros de la MUD no eran unos vendidos, y ellos argumentándome lo contrario; al final de la discusión uno de ellos dio un poco su brazo a torcer y me dijo: —está bien, voy a creerte, esperemos a ver que van a decir esta noche—; y bueno, se hizo de noche, y la MUD no me ofreció un buen argumento para tratar de hacerles entender que en su agenda no hay nada turbio.
El país se está saliendo de control, no solo de las manos del oficialismo, sino también de la dirigencia opositora; el domingo una bomba explotó en Altamira hiriendo de gravedad a ocho Guardias Nacionales, me pregunto, ¿a cuánto estamos de los carros bomba, de los sicariatos políticos, de los atentados terroristas y de la total y absoluta anarquía? La falta de una lectura adecuada de la Mesa de la Unidad en el país originará que la sociedad explote llevándose a todo en su contra por delante por la sencilla razón de no saber conducir la frustración de los ciudadanos, y lo que es peor, como dijo el guasón: es que será justo.
En la jornada de la constituyente el tweet de uno de los diputados de la MUD llamó mucho mi atención, decía “Pueblo de Venezuela manténganse en las calles. Firmes. Esta noche daremos nuevas acciones a seguir. La victoria está cerca”. Cuando terminé de leer ese mensaje entendí porque en la resistencia está instaurada la idea de que la MUD está vendida, ¿manténganse?, no habrá querido decir el diputado: ¿mantengámonos? En el discurso político el lenguaje es esencial, me atrevería a decir que más importante que las acciones (las acciones muchas veces se inventan, el lenguaje no, el lenguaje es lo que queda), y en eso el chavismo le ha propiciado una fuerte paliza a la MUD; es natural que un ser humano que a diario se expone a que la Guardia Nacional lo detenga, lo torture o lo mate, observe con desprecio a un diputado que desde su oficina twittea mandando a la gente a la calle (quiero aclarar, no estoy juzgando a unos o a otros, solo estoy siendo portavoz del sentir de muchas personas). Entonces, ¿qué es lo que vamos a hacer?, ¿la MUD no se pregunta en qué ha fallado, en qué pueden mejorar? Ya Ledezma les cantó claro algunas cosas antes de volver a ser secuestrado, y es porque en muchos artículos y enunciados se critican las posturas emitidas por la Mesa de la Unidad, y con toda razón, pues no han sabido coronar los triunfos, han dejado pasar el tiempo entre las circunstancias. Yo no seré uno más del montón que solo emite críticas sin aportar soluciones, por ello, aparte de expresar lo que a mi parecer está mal (usted tiene todo el derecho a pensar diferente) también aportaré posibles remedios a la coyuntura política nacional:
1.      El descuido en las provincias en Venezuela: si bien es cierto que el eje político del país se encuentra en Caracas, existen otros 23 Estados que han sido completamente desatendidos por la agenda de la MUD, la mesa se ha dedicado a plantear agenda de calle únicamente en la capital, y si bien el propósito es sacar a Maduro del poder, ¿no creen que presionando a gobernadores y otras autoridades regionales también se va debilitando el fragmento oficialista? En la actualidad 20 gobernaciones están en manos del chavismo (ya sabemos que están vencidos y todo lo que quieran), pero, ¿acaso ello no importa?, ¿por qué no han organizado a la sociedad civil también para librar batallas contra la implantación de gobernadores vencidos? ¿Por qué no se ha tramitado una agenda nacional? ¿Por qué no se le ha pedido a la gente marchar contra las gobernaciones y entes públicos en los demás Estados? ¿No creen que emitiendo presión desde cada rincón del país el agua se le subiría más al chavismo, o solo importa lo que pase en Caracas? —Muchos diputados de la Asamblea Nacional viven permanentemente en Caracas para luchar contra el régimen, ¿y es que en los Estados donde fueron electos no se debe luchar contra el régimen, no creen que serían más útiles en ciudades desmovilizadas que en una Caracas que ya está encendida y tiene a líderes de sobra?
2.      El uso del lenguaje: ayer luego de que el régimen enviara a sus esbirros a asesinar venezolanos con armas de guerra, la MUD emitió sus declaraciones con un tono de normalidad espantoso, acaban de matar a 16 venezolanos, ¿y pides a la gente salir de las oficinas para bajar a trancar con el carro? La oposición al gobierno supera el 80% de la población, es decir que somos una mayoría inmensa, los desbordamos en gente, ¿entonces por qué seguir actuando y expresándonos como minoría? Es hora de subirle al discurso y también a las acciones, esto puede sonar frívolo y cruel, pero ayer asesinaron a 16 venezolanos (en centros de votación o cerca de sus casas), el riesgo de muerte está latente, todos lo saben, entonces, ¿por qué no convocar a manifestaciones más contundentes en vez de quedarte en medio de la calle? Ya para atrás no podemos correr, el régimen nos está disparando con armas de guerra, ¿vas a seguir trancando con carros nada más? De una u otra forma, mientras ellos estén en el poder van a seguir asesinando o encarcelando a sus disidentes u opositores, estemos en la calle o estemos en nuestros casas (pregúntenle a Leopoldo, a Ledezma, o Alfredo Ramos, o si quieren casos más comunes, consúltenle también a los cientos de allanados en Los Verdes y el resto de Caracas), entonces, aplicando la analogía del semáforo: si quedas a la mitad, o aceleras o te embisten.
3.      La amenaza: quedó comprobado que el parapeto constituyente solo fue un invento del régimen para tratar de negociar la calle y bajar la presión, por primera vez la MUD hace bien en no negociar bajo condiciones fraudulentas, sin embargo, el oficialismo amenaza y cumple, ¿y nosotros? Ya quedó demostrado que si queremos paralizar el país lo paralizamos, que si queremos llenar las calles las llenamos, ¿entonces? ¿Por qué no hacer un uso adecuado de la fuerza? ¿Qué estamos esperando?
4.      ¿Las instituciones para cuándo?: ¿Por qué se ha esperó tanto para nombrar los magistrados del TSJ?, ¿por qué se ha esperado tanto en remover y sustituir los rectores del CNE?, ¿por qué la Asamblea Nacional ha perdido tanto tiempo en politiquería en vez de ejecutar las acciones que se prometieron en la campaña electoral del 2015? El régimen puede bloquearte o intentar hacerlo, pero hay que hacer valor la autonomía del Órgano Legislativo, desde luego que después habrá una lucha de poderes (vean el caso de la “vicefiscal” Harrington) pero allí es donde habrá que aplicar la fuerza, donde habrá que ejercer presión. Si el gobierno lo hace, ¿por qué nosotros como oposición con 80% del pueblo a favor no?
Para cerrar, y una vez más cumpliendo con la labor de expresar la voz del pueblo, muchos han pedido que se integre de inmediato un gobierno paralelo, que se designen las autoridades tomando en cuenta el rompimiento del hilo constitucional y dejar del lado de los militares ver a quien respaldan, muchos insisten que los Estados Unidos y otros países de la región avalaría un gobierno paralelo (yo no lo veo tan sencillo, y tampoco creo que los militares aprueben tal cuestión, pero igual lo expongo, porque es de las cosas que más he escuchado en la calle).
Lamento haberme extendido tanto, pero es que la situación del país no cabe en tan pocas páginas y el artículo original sufrió modificaciones por el secuestro improvisto de los líderes opositores. Para cerrar solo les pediré cuatro cosas muy concisas:
1.      Recuerden que somos mayoría, y la soberanía reside en nosotros.
2.       Si van a criticar, por favor háganlo de manera constructiva.
3.      Cero pesimismo.
4.      En estos días finales: fuerza, fuerza, y más fuerza, que nadie pierda la voluntad, este país nos pertenece.
Twitter @emmarincon 

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