Venezuela: Un master en economía

Ha quedado demostrado, el comunismo es el sesgo político y sociológico que genera mayores penurias en cualquier población. Lo vemos a diario en las calles y es fácil notarlo en cualquier transacción económica que debemos realizar día tras día. De a poco, comenzamos a notar que una cola es sinónimo de ese mal horrendo y enfermizo que unos han querido llamar “Socialismo del siglo XXI”.

En cualquier país del mundo ajeno a nuestra realidad social preguntar por el significado de la inflación puede considerarse una pregunta descomedida, puesto que, ¿quién en su sano juicio viviendo en una economía estable debe ocuparse de comprender conceptos macro y microeconómicos? Por supuesto, hablamos del ciudadano de a pie, aquel cuya función en la sociedad no consiste en emitir juicios u ocuparse de analizar la realidad social. No obstante, en la Venezuela de hoy, gracias al desbarajuste económico y social todos tenemos conocimientos plenos de lo que significa la palabra “inflación”; si bien no todos conocen sus causas (no es solo aumentar desproporcionadamente el precio de las cosas), todos tienen claro que significa que una economía entre en altos grados inflacionarios (el encarecimiento de los bienes y servicios). En Venezuela la razón de este disparate tiene más de una causa: la emisión de billetes inorgánicos (que salen a circulación en el país para tratar de compensar el gasto público sin respaldo), la escasez producto de la persecución y paupérrimas condiciones económicas para sostener la empresa privada, las distintas tasas de cambio, y por esa vertiente podríamos seguir enumerando distintos errores que han venido cometiéndose de forma consecuente hasta sumirnos en esta catástrofe.

Sí, es cierto, el venezolano de a pie no ha acudido a la facultad de economía de LUZ o Harvard (por dar el nombre de cualquier instituto universitario), pero tiene muy claro que significa la palabra inflación, comprende a cabalidad que la escasez es producto de la falta de producción en el país, que las colas que se generan en comercios y el bachaqueo y contrabando son consecuencias directas de la propia escasez, que la falta de producción que ha venido desarrollándose son debido a la infortunadas decisiones en materia económica más la expropiación de empresas privadas. El venezolano sabe perfectamente que si un dólar en la calle vale 800 Bs y el gobierno lo ofrece a sus adeptos a 6.30 eso produce un desbalance mayor al 1000%; y es una locura establecida únicamente para enriquecer a pocos (socialistas enchufados) sí, por supuesto que lo es.

Otro concepto que es insustituible para cualquier sociedad es el concepto del “trabajo”, sí. El trabajo es la única ideología política que nos permitirá salir de la crisis. Pero ante un gobierno que aboga por el mantenimiento de los suyos a través de misiones y no del trabajo, aquello se considera una empresa imposible. Y por supuesto, ya todos los entendieron, ¿qué sucede cuando nadie trabaja y todos viven de los ingresos del Estado? El país se va a la quiebra, quiere decir, que por más colas que hagas en algún momento no encontrarás nada en los supermercados.