Venezuela


Nos prometimos la eternidad, vivir juntos perpetuamente, hicimos señalamientos y compromisos que no cabían en nuestras palabras, así de grandes eran nuestros sentires ¿Si recuerdas todas esas promesas de infancia?, ¡qué absurdo!, lo rápido que pasa el tiempo y lo precoces que fuimos.
Creo haberte conocido desde el momento en que abrí mis ojos por primera vez, todavía no tenía noción de nada, medía menos de 50 centímetros, pero tú ya estabas allí, podía sentir tu presencia, tu olor; formas y sensaciones borrosas se alojan en mi cerebro de aquella oportunidad, y no, no me tildes de embustero, manipulador, no creas que te digo esto solo para cautivarte, podrás pensar que soy un desquiciado, pero en verdad fue amor a primera vista, el único y verdadero que he tenido; desde que tuve un mínimo de consciencia supe que jamás alguien volvería a enamorarme de la forma en que lo hiciste tú, con nadie más me he sentido tan cómodo, tan a gusto, tan perteneciente.
Más adelante tuve mis aventuras, no te lo puedo negar, la pubertad, la adolescencia, y la temprana adultez, me llevaron a recorrer nuevos caminos, pero nadie logró satisfacerme como lo hiciste tú, siempre supe que volvería a mis orígenes, a ese amor infantil, a ese calor veraniego que transmites a todo el que está a tu alrededor.
Lamentablemente pareciera que cada vez te esfuerzas más en sacarme de tu vida, en alejarme de tus horizontes. Trato de comprender tu tolerancia a los abusos, tu paciencia para soportar las humillaciones de aquellos hombres que solo te buscan por tu riqueza, y no lo comprendo, me cuesta tanto entender, ¿en qué momento cambiaste tanto?, ¿cuándo empezaste a permitir que cualquiera te pisotee? Parecieras no darte cuenta que estás siendo vilmente utilizada, a veces me da por pensar que sencillamente eres así, que te gustan los tiranos, los individuos que te dicen que te aman al oído y te destruyen a tus espaldas, esos mismos que toman tus joyas y las regalan a sus amantes, ¿serás así de inocente?, ¿acaso no te das cuenta de lo que sucede?
Yo ya no sé cómo hablarte, de qué manera decírtelo, te has convertido en una burbuja de inseguridad, se ha vuelto imposible permanecer cerca de ti sin salir lastimado, irradias sentimientos encontrados en todo aquel que ha tenido la oportunidad de conocerte; eres exótica, hermosa, aventurera, bondadosa, pero también frágil, venenosa, manipulable, y tristemente dañina.
Me dueles, no es un secreto para nadie que me dueles, he tratado de dejarte pero no puedo, a veces me pregunto, ¿cuánto tiempo más duraremos así?, ¿hasta cuándo seguirás prometiéndome que cambiarás sin hacer nada al respecto? Por favor deja ya de autodestruirte, te lo pido, deja de comportarte como una adolescente insensata, supera de una vez por todas a esos hombres que solo te buscan para autocomplacerse, a los que llegan a ti por medio de embustes y mentiras, y enfócate de una buena vez en alguien que verdaderamente apueste por ti, que te acaricie cada mañana, que te valore, que te ponga en el lugar que mereces.
Por más que llegue a sentirme desesperanzado en miles de ocasiones, te prometo que jamás dejaré de creer en ti, mientras esté vivo haré lo que esté en mis manos para sacarte de ese embrujo al que te han sometido los opresores de nuestros tiempos; te juro que jamás dejaré de caminarte, siempre serás mi país, y eso nada ni nadie lo podrá cambiar.


Emmanuel Rincón.

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